Raúl ha respirado aromas de crema tostada, bizcocho y empanadillas toda la vida.
Es la séptima generación de una saga de confiteros que se remonta a 1758 aunque, como todos los artesanos y artesanas, ha tenido que formarse continuamente para mejorar: el negocio se hereda, los conocimientos se aprenden.
Esta preocupación por la formación le ha llevado a combinar su trabajo como artesano confitero con la impartición de talleres de formación en distintos ámbitos, incidiendo en institutos y colegios, para concienciar del valor de los productos artesanos naturales.
Con un equipo perfectamente coordinado para prestar el mejor servicio al cliente, Raúl también está concienciado con otras realidades menos afortunadas y colabora con entidades deportivas, de investigación, y de ayuda a colectivos desfavorecidos.
Durante siete años he presidido el Gremio Provincial de Pasteleros artesanos de Alicante, atendiendo principalmente a la gestión cursos de formación. Ha recibido el premio al Mejor Panettone Innovador del Mundo en el certamen organizado por la Federazione Internazionale Pasticceria Gelateria Cioccolateria FIPGC (Roma, Italia).