Los largos tiempos de espera en las colas de los establecimientos es una de las problemáticas que más pueden afectar a la experiencia de cliente en un comercio minorista. Y es que una mala gestión de las líneas de caja puede derivar en consumidores frustrados con una baja probabilidad de fidelización. Se estima que el 73% de los clientes abandonan una compra si tienen que esperar más de 5 minutos para pagar. Este hecho estaría costando a los comercios minoristas unas pérdidas del 10% de sus ingresos. Para poner fin a esta problemática están surgiendo soluciones tecnológicas como las colas virtuales, unos sistemas que permiten a los clientes esperar su turno de manera digital. En lugar de esperar en la tienda, los clientes pueden registrarse virtualmente y recibir actualizaciones en tiempo real sobre su posición en la cola, mediante mensajes de texto o notificaciones a través de app móvil.