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Oficina Comercio y Territorio – PATECO
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La conciencia ambiental y social de los consumidores está llevando a una transformación significativa en el sector minorista. Las tiendas están enfocándose en prácticas más sostenibles, desde la cadena de suministro hasta la producción y el embalaje. La adopción de una ética empresarial sólida se percibe como una ventaja competitiva, ya que el sector minorista es responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero [1].
Además, la economía circular, que promueve el comercio sostenible a largo plazo, está ganando terreno. Empresas emergentes y minoristas tradicionales están integrando la sostenibilidad en sus productos y operaciones, abrazando tendencias como alimentos orgánicos, productos locales, recibos digitales, envases biodegradables y envíos sin emisiones. La medición y reducción de la huella de carbono, junto con mejoras en la eficiencia energética, son objetivos clave para alcanzar emisiones netas cero.
En consecuencia, las preocupaciones sobre el cambio climático están influyendo en las decisiones de compra, y un tercio de los consumidores prefiere productos ambientalmente sostenibles [2]. Se espera que en los próximos años, las empresas implementen medidas más sólidas para reducir su impacto ambiental, con un creciente interés por parte de los inversores en la sostenibilidad. Se prevé que el 75% de los minoristas realicen cambios en sus cadenas de suministro para mejorar las emisiones de carbono y factores ambientales, lo que se traducirá en un aumento significativo en la fidelidad del cliente según las predicciones de IDC [3].
La sostenibilidad y la economía circular en el sector minorista pueden ofrecer una variedad de beneficios, tanto para las empresas como para la sociedad en general, como [4], [5], [6]:
La economía circular se centra en maximizar la eficiencia en el uso de recursos. Al reutilizar productos, reducir el desperdicio y utilizar materiales sostenibles, las empresas minoristas pueden optimizar sus operaciones y minimizar la dependencia de recursos no renovables.
La adopción de prácticas sostenibles puede conducir a ahorros significativos a largo plazo. La eficiencia en el uso de recursos, la reducción de residuos y la optimización de procesos pueden resultar en ahorros operativos y disminuir los costes asociados con la eliminación de residuos.
Los consumidores modernos están cada vez más preocupados por las cuestiones medioambientales y sociales. Las empresas minoristas que adoptan prácticas sostenibles y promueven la economía circular pueden mejorar su reputación de marca y atraer a clientes conscientes del medio ambiente.
Muchas regiones están implementando regulaciones más estrictas en relación con la gestión de residuos y las prácticas medioambientales. Adoptar medidas sostenibles ayuda a las empresas minoristas a cumplir con estas regulaciones y evitar posibles sanciones.
La búsqueda de soluciones sostenibles puede estimular la innovación en el diseño de productos, embalajes y procesos. Las empresas minoristas que lideran en sostenibilidad pueden diferenciarse en el mercado y ganar una ventaja competitiva.
La sostenibilidad en el sector minorista a menudo implica evaluar y mejorar la resiliencia de la cadena de suministro. Diversificar las fuentes de materias primas y reducir la dependencia de recursos no renovables puede aumentar la estabilidad a largo plazo.
Por tanto, la adopción de prácticas sostenibles y la incorporación de principios de economía circular en el sector minorista no solo benefician al medio ambiente, sino que también pueden tener impactos positivos en la eficiencia operativa, la reputación de la marca y la resiliencia empresarial.
La sostenibilidad en el sector minorista se manifiesta a través de una variedad de casos de uso. A continuación, se presentan algunos ejemplos de cómo las empresas minoristas pueden integrar prácticas sostenibles en sus operaciones [7], [8], [9]:
La sostenibilidad también puede incluir el apoyo a proveedores locales y la promoción de productos regionales. Esto contribuye al desarrollo económico local y fortalece las comunidades.
Adoptar materiales de embalaje biodegradables, compostables o reciclables en el sector minorista tiene como objetivo principal la reducción de residuos plásticos. Este caso de uso no solo responde a las crecientes preocupaciones ambientales de los consumidores, sino que también contribuye a mejorar la imagen de la marca al mostrar un compromiso con prácticas más sostenibles.
Implementar programas de reciclaje y reducción de residuos en tiendas y centros de distribución minoristas busca la minimización de residuos y el cumplimiento de regulaciones ambientales. Además de contribuir a la sostenibilidad ambiental, estas prácticas pueden generar ahorros de costos mediante la reutilización y el reciclaje de materiales.
Facilitar la devolución y reciclaje de productos usados por parte de los clientes en el sector minorista no solo fomenta la fidelización del cliente, sino que también mejora la reputación de la marca. Además, aumenta la participación del cliente en iniciativas sostenibles, fortaleciendo la conexión entre la empresa y sus consumidores.
Implementar tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía en tiendas físicas minoristas no solo ahorra costos operativos, sino que también reduce la huella de carbono de la empresa. Cumplir con estándares de eficiencia energética demuestra un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental.
Estos casos de uso muestran cómo la sostenibilidad puede integrarse en diversas áreas de las operaciones minoristas, desde la gestión de productos hasta la logística y la energía. La adopción de prácticas sostenibles beneficia al medio ambiente, mejora la reputación de la marca y genera valor a largo plazo.
A pesar de los numerosos beneficios asociados con la adopción de prácticas sostenibles en el sector minorista, también existen desafíos significativos que las empresas deben superar. Algunos de estos desafíos incluyen [10], [11]:
La implementación de tecnologías y prácticas sostenibles a menudo requiere inversiones financieras significativas. Los costes iniciales pueden ser una barrera para muchas empresas, especialmente para aquellas de menor tamaño.
Aunque hay una creciente conciencia sobre la sostenibilidad entre los consumidores, cambiar los comportamientos de compra hacia opciones más sostenibles puede llevar tiempo. Además, algunos consumidores aún pueden estar menos dispuestos a pagar un precio más alto por productos sostenibles.
Garantizar que todo el personal comprenda la importancia de la sostenibilidad y esté comprometido con la implementación de prácticas sostenibles puede requerir esfuerzos educativos y de sensibilización interna.
Las empresas minoristas pueden enfrentar desafíos al adaptarse a las cambiantes regulaciones ambientales y de sostenibilidad. Cumplir con estándares y normativas puede requerir ajustes significativos en las operaciones y prácticas comerciales.
Asegurar un suministro constante de materiales sostenibles puede ser un desafío. La disponibilidad limitada de ciertos materiales o la dependencia de proveedores específicos pueden afectar la capacidad de las empresas para mantener prácticas sostenibles de manera consistente.
La implementación de programas de gestión de residuos eficientes puede ser compleja, especialmente cuando se trata de productos que contienen materiales difíciles de reciclar o desechar de manera responsable.
A pesar de estos desafíos, muchos minoristas están abordando activamente estas cuestiones para avanzar hacia prácticas más sostenibles y cumplir con las expectativas cambiantes de los consumidores y las demandas del entorno regulatorio.
A continuación, se muestran dos casos de pymes españolas que han mostrado un compromiso con la sostenibilidad:
Hannun, una pyme española dedicada a la venta de muebles, destaca por su enfoque sostenible y compromiso con la preservación del medio ambiente [12]. En su declaración de intenciones en la página web, la empresa se presenta como «artesanos de proximidad», enfocándose en la producción de muebles sostenibles bajo la etiqueta de ‘slow-furniture’.
Desde la compañía se enfatiza en la centralidad de la sostenibilidad en la filosofía de la empresa. Utilizan exclusivamente maderas de bosques de explotación sostenible certificada, y han llevado su compromiso un paso más allá al optar por no utilizar árboles en su producción. En cambio, fabrican muebles utilizando madera recuperada, dándole una segunda vida a la madera desechada. Además, Hannun incorpora plásticos reciclados provenientes del Mediterráneo en partes de sus muebles.
Otro aspecto destacado de la estrategia de sostenibilidad de Hannun es su colaboración con empresas que emplean a personas en riesgo de exclusión social. La empresa busca contribuir socialmente al proporcionar oportunidades laborales significativas a aquellos que enfrentan desafíos en su integración laboral.
Además, Hannun ha implementado un enfoque de trabajo remoto para sus 65 empleados, con el objetivo de reducir la contaminación asociada con los desplazamientos.
Ecodicta es una pyme española que se destaca en la promoción de la sostenibilidad a través de su innovador modelo de alquiler de prendas de moda, definiendo su modelo de negocio como “moda circular” [13].
Iniciando en 2018 con una inversión modesta y un sitio web simple, la empresa ha experimentado un crecimiento significativo, colaborando con más de 60 marcas españolas e internacionales comprometidas con la moda sostenible.
El sistema de alquiler de Ecodicta implica que los clientes devuelven las prendas después de un mes de uso, las cuales son limpiadas y reparadas si es necesario para estar listas para el próximo usuario. Se estima que este enfoque reduce las emisiones de CO2 en un 29% en comparación con la compra tradicional. Incluso las prendas demasiado desgastadas se envían a una empresa especializada en customización para prolongar su vida útil 12.
Con aproximadamente 2,500 prendas en rotación, Ecodicta contribuye activamente a la reducción del impacto ambiental asociado con la industria de la moda.
La Federación Nacional de Minoristas (NRF) en Estados Unidos ha inaugurado el ‘Centro para la Sostenibilidad del Comercio Minorista’, una iniciativa destinada a respaldar los esfuerzos de los minoristas en la creación de beneficios netos ambientales, sociales y comunitarios, al tiempo que generan valor económico.
La etiqueta sostenible del gobierno alemán, Green Button, ha otorgado la aprobación al Global Organic Textile Standard (GOTS), destacando su compromiso con la producción responsable. Green Button, introducido en 2019 para promover prácticas textiles sostenibles, ha evolucionado con su versión 2.0, que ahora incluye estándares para la extracción sostenible de materias primas.
El grupo de moda de lujo LVMH ha presentado los primeros resultados de su estrategia medioambiental para 2021, con un enfoque en la reducción de emisiones de alcance 3. Lanzando el programa LVMH Iniciativas para el Medio Ambiente (LIFE 360), la compañía ha evaluado su desempeño ambiental mediante métricas que abarcan la protección de la biodiversidad, la disminución de emisiones de CO2 y cuestiones de trazabilidad y transparencia.
El gigante español de la moda, Inditex, ha firmado un acuerdo con la Federación Internacional de la Confección (IAF) para respaldar la adopción de prácticas y tecnologías más sostenibles. La colaboración tiene como objetivo facilitar proyectos que mejoren las condiciones laborales, protejan el medio ambiente, fomenten la circularidad y promuevan la transparencia y trazabilidad en la cadena de suministro.